Este día lo dedicamos a visitar el Lago di Braies, nos quedaba un poco retirado, pero pensamos que merecía la pena el esfuerzo de llegar hasta allí, porque luego rodearlo es tremendamente sencillo.
Así fue, mereció la pena. Es un lago precioso, a pesar de que como todo el mundo lo sabe, todo el mundo lo visita.
Hay que saber que al menos en verano, no puedes llegar si antes no tienes pagado el parking, hay un control nada más tomar la carretera que da acceso al valle a unos 10 Km del lago, con una cámara que lee la matricula y si no lo tienes reservado y pagado te hacen dar la vuelta sin más explicaciones.
El lago se encuentra dentro del Parque Natural de Fanes-Sennes-Braies a 1496 m de altitud, rodeado de las famosas cumbres dolomíticas de Croda del Becco (2.810 m), Monte Nero (2.123 m), Piccolo Apostolo (1.711 m) y Sasso del Signore (2.447m). Estas cumbres junto con las aguas turquesas del lago conforman un paisaje alpino que hace que se te olviden las dificultades que ponen para llegar y merezca la pena la visita.