El día amenazaba lluvia y acabo cumpliendo sus amenazas, pero bien pertrechados de paraguas y chubasqueros salimos de todas formas.
Es una sencilla ruta circular, subimos bordeando el barranco del río Escarra y bajamos por la pista que atraviesa un hayedo fantástico.
La lluvia nos pilló ya en la cascada, con el tiempo justo pero suficiente para hacer las fotos, nos resguardamos en un abrigo a que pasase lo más fuerte, y aprovechando una tregua iniciamos la vuelta. La lluvia tiene su encanto, si no lo habéis probado, no perdáis la ocasión de hacerlo, es un placer disfrutar de un paseo bajo la lluvia.

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