Una excursión sencilla y agradable para ver de cerca los mallos más famosos. Además como está muy cerca de Zaragoza, a poco más de hora y cuarto en coche, es una muy buena opción para un festivo que no sabes qué hacer.
Por la mañana rodeamos los mallos de Riglos, son unos 6 Km con unos 430 m de desnivel positivo acumulados. Una senda perfectamente marcada que ofrece unas vistas de los mallos y del valle espectaculares.
Comimos en Murillo de Gallego y después de comer dimos el obligado paseo por el pueblo para bajar la comida, literalmente, porque aparcamos en la parte baja del pueblo.
Por la tarde nos acercamos para ver los mallos de Agüero, no tan famosos como los de Riglos, pero sin nada que envidiarles. Queda pendiente para otra ocasión el verlos más de cerca.