Comillas es otro de los lugares imprescindibles de Cantabria, sobre todo desde el punto de vista arquitectónico.
La visita fue breve, pero pienso que la aprovechamos muy bien. Llegamos un poco antes de comer y aun nos dio tiempo de un recorrido relámpago por el centro y visitar el cementerio. La tarde la dedicamos al Palacio de Sobrellano, al Capricho de Gaudí y a callejear por el centro.